Cómo lidiar con la ira y controlar los cambios de humor

Es un error pensar que cuanto más espiritualmente estamos en sintonía, menos probabilidades tenemos de experimentar ira. Sin embargo, esto simplemente no es el caso. La ira es una emoción completamente natural, que todos estamos obligados a experimentar de vez en cuando. Para algunos, la ira es mucho más importante que para otros. En algunas personas, su ira puede volverse explosiva e incontrolable. Tan positivo y afirmativo como la ira puede ser, cuando no se controla de esta manera, puede hacer que las personas se lastimen, emocionalmente o, en el peor de los casos, físicamente.

Sin embargo, por más dañina que pueda ser la ira mal dirigida, la ira reprimida y contenida puede ser igual de dañina. De hecho, la ira es uno de los 20 cosas que haces que debes parar, ¡ahora mismo! Cuando tratamos de enterrar nuestra ira u ocultarla, puede desarrollarse resentimiento y amargura, dañando su espiritualidad y bienestar emocional. La ira reprimida también puede ser responsable de agriar las relaciones y de comportamientos autodestructivos.

Entonces, ¿qué podemos hacer para garantizar que permitamos que nuestra ira siga su camino natural?

La clave para crear y mantener una vida emocionalmente equilibrada y feliz es desarrollar la capacidad de deja ir las cosas. Sin embargo, antes de que podamos aprender a hacer esto, primero debemos aprender a superar nuestras emociones de la mejor manera posible, incluida nuestra ira. Aquí hay 3 pasos cruciales para montar las olas de ira;

crear-área-de-meditación-personal1. Verifícate antes de destrozarte

O incluso más simplemente, en el calor del momento, tómate un minuto para observar tus emociones antes de reaccionar ante ellas.

La conciencia es crucial cuando quieres tomar un mejor control sobre tus emociones y acciones. Como ya sabemos, la ira en su forma más cruda puede ser particularmente explosiva y destructiva. Por lo tanto, es importante que antes de ti Actuar, tú pensar. Cuando las emociones se están agotando, esto en sí mismo puede ser un desafío.

Técnicas de respiración y practicas de meditación puede ser extremadamente útil para mantenerte bajo control cuando sientas que comienzas a desbordarte.

Pruebe algunos de estos y dése la oportunidad de observar cómo se siente. Haga esto, y podría tener la oportunidad de examinar mejor por qué se siente de esa manera antes de tomar una acción precipitada (y lamentable).

Exprésate2. Exprésate

La ira reprimida u oculta siempre encontrará su camino a la superficie eventualmente; sin embargo, cuando lo hace, las consecuencias a menudo pueden ser mucho peores que si hubiéramos dado rienda suelta a nuestra ira en primer lugar.

Cuando elegimos ignorar o reprimir nuestra ira, literalmente podemos enfermarnos. Es por eso que encuentra formas saludables de expresar nuestra ira debería ser importante para todos. La ira se puede liberar de una gran variedad de formas, dependiendo de lo que funcione mejor para usted. Puedes elegir gritarlo en un lugar apartado y seguro, quemarlo con ejercicio vigoroso, escribirlo o, mejor aún, escribir una carta a la persona con la que estás enojado antes de quemarlo ceremoniosamente.

Permitir que expreses tu ira de una manera segura y controlada es la solución ideal para deshacerte de toda la negatividad que se ha acumulado dentro de ti. La importancia de hacer esto no se puede enfatizar lo suficiente, ya que cuando aprendemos a eliminar nuestra ira de una manera limpia y catártica, hacemos maravillas por nuestra salud y bienestar emocional.

recupérate3. Recupérate

Una vez que hemos bajado de las alturas embriagadoras de nuestra ira, una de las cosas más importantes y saludables que podemos hacer es asumir la responsabilidad de nuestra ira.

Cuando nos enojamos, podemos ser hirientes no solo para nosotros sino también para quienes nos rodean. Por lo tanto, aprende a enfrentar lo que acabas de experimentar; en su propia mente, trabaje a través de lo que fue el catalizador de su enojo, siéntase orgulloso de sí mismo por haberlo tratado de manera saludable y productiva y aprenda de ello. Asume la responsabilidad de tu ira y de cualquier otra persona que pueda haber afectado; discúlpate si es necesario, enmenda los resultados de tus emociones.

No hay ninguna vergüenza en enojarse de vez en cuando, una vida sin ira sería reprimida y perjudicial. La ira puede ser la chispa para el cambio; Puede provocar momentos de reforma social y acción por la justicia. Cuando aprendemos a canalizar nuestra ira de una manera responsable y consciente, estamos demostrando ser los seres iluminados y apasionados que nos esforzamos por ser.

Así que por favor, no te escondas de tu ira. Aprenda a surfear las grandes olas de sus emociones, ¡no se hunda en ellas! Esa es la verdadera clave para una vida de iluminación.

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