La regla de oro (a menudo olvidada) de la abundancia y la manifestación
Cuando el dinero es escaso en nuestras vidas, puede ser demasiado fácil comenzar a imaginar un futuro sin ella también. Nuestra creencia en carencia crea un tipo de inercia que parece barrer todo junto con él. La imaginación comienza a nadar con imágenes y predicciones nefastas. Tenemos que generar energía para revertir esta atracción negativa. Tenemos que hacer lo que puede parecer una cosa tonta e inútil en este momento: decirnos a nosotros mismos que estamos rodeados de abundancia incluso cuando todo en nuestras vidas sirve para recordarnos que somos no.
La regla de oro de la manifestación es actuar como si fuera así.
Actuamos como si lo que queríamos ya estuviera en nuestra posesión. Esta es la demostración mágica de la fe que funciona, enérgicamente, para atraernos a la abundancia.
En el proceso de hacer esto, nos toparemos con las creencias: nuestro creencias personales propias que son contrarios a nuestra intención. Hay muchas razones por las cuales las personas pueden temer y desconfiar del dinero o creer que está fuera de su alcance. Puede parecer que la riqueza, en general, está en manos de un pequeño grupo de personas codiciosas y poderosas. Pero la verdad es que la misma fuente universal está abierta a todos.
Puede parecer que el dinero tiene un suministro limitado, un suministro que es insuficiente para satisfacer las necesidades de las masas y también se distribuye de manera desigual. Pero la verdad es que la fuente interna de abundancia no está limitada.
Solo un mundo material como este podría enseñarnos ciertas lecciones sobre nuestra naturaleza espiritual. Por ejemplo, si no necesitáramos sustento para sobrevivir, entonces los extremos de pobreza y riqueza que vemos a nuestro alrededor no existirían. Como consecuencia de esto, no pudimos aprender la verdadera naturaleza de la compasión, la generosidad, el altruismo y el sacrificio. los limitaciones del mundo físico hacen posibles ciertas lecciones. Esta es una de las razones por las que estamos aquí, y por qué el trabajo interno hace no implican negar el mundo.
El dinero es, en cierto sentido, un símbolo que muchos de nosotros usamos para resolver nuestros propios problemas de autoestima. En esencia, disfrutamos de tanta abundancia en este mundo como creemos que merecemos. Si nos sentimos indignos, sufriremos carencias. Esto también será válido si tememos que nuestra propia abundancia privar alguien más de eso. Creer que el dinero es "no espiritual" o "sucio" también restringirá el flujo de dinero a nuestras vidas.
Tales creencias nos separan de la fuente espiritual de abundancia. Podemos creer que el fuente se ha secado, pero esto es una ilusión. Solo hemos hecho Nosotros mismos indisponible.